Si estáis pensando en reparar los pequeños desperfectos del coche sin llevarlo al taller, en este artículo os damos unos consejos muy útiles para conseguir un trabajo profesional.
Lo más importante: Utilizar una pintura específica para este tipo de trabajos, así evitaremos encontrarnos con sorpresas a la hora de igualar el color, pues cada coche tiene su propio código de color facilitado por el fabricante. Este tipo de pinturas se presentan en spray, facilitando el trabajo y destacan, además, por su dureza y nitidez.
Primer paso: una vez tengamos la pintura adecuada, tendremos que limpiar la zona que vamos a retocar para eliminar tanto la grasa como la suciedad adheridas al vehículo, y para este proceso deberemos utilizar un disolvente desengrasante.
Segundo paso: tras la limpieza de la superficie, habrá que delimitar la zona a pintar con cinta de carrocero y la lijaremos para eliminar los restos de pintura, si es necesario, podemos utilizar un decapante. Después tendremos que limpiar nuevamente los restos de polvo y pintura producidos por el lijado para que la zona quede libre de suciedad y restos de pintura.
Tercer paso: Una vez preparada la zona, y antes de pintar, aplicaremos masilla de relleno para igualar las abolladuras o deformaciones que pueda tener nuestro coche, y una vez seca (20 minutos) ya podremos aplicar la pintura.
Cuarto paso (y último): Aplicar la pintura en spray, que necesitará de 3 a 4 manos, entre las cuales deberemos esperar de 5 a 10 minutos para que la pintura esté seca y, una vez igualado, os recomendamos aplicar un barniz específico para vehículos que ayudará a proteger la pintura, además de darle un aspecto liso y brillante.
Esperamos que estos consejos os ayuden a la hora de reparar los pequeños roces y rayones de vuestro coche.
Os recordamos que en nuestras tiendas podéis encontrar el color específico de vuestro vehículo con el código que facilita el fabricante, además del todos los productos de carrocería necesario para su reparación.